Manipulada una vez más
Muchos me dicen que es mejor dejar atrás todo, pero a mí parecer me hace bien recordar los momentos cuando me hizo pasarla mal, me ayuda a poder soltar.
Fueron muchas las veces que hice cosas que no quería por él, por miedo a que me deje. Desde comer algo a una relación sexual. Una vez habíamos organizado hacer un trámite juntos y él se quedó en casa a dormir, decidimos ir a desayunar antes por lo que nos levantamos temprano, cuando fuimos al lugar donde decidimos empezar nuestra mañana, pedimos el desayuno y sin exagerar deben haber sido cinco las veces que levantó la mirada del celular para hablarme, claramente yo estaba fascinada de poder pasar ese momento con él, en público porque en alguna parte de mí cerebro el me hizo creer que era un premio que la gente nos pueda ver juntos. Después de desayunar fuimos a hacer el trámite que teníamos que hacer juntos, había una fila larga y no avanzaba, otra vez el agarro el celular en vez de querer dirigirme la palabra, como yo quería esperar y el no me grito en medio de la calle, como nunca nadie lo había hecho, ni siquiera mí mamá cuando era chica. Las ganas de llorar fueron tan grandes pero me contuve para que la gente no se voltee a verme una vez más. Luego de un rato fuimos a casa y yo estaba triste por el momento que me hizo pasar, él jamás me pidió disculpas solo insistió hasta que acepte darle un beso, cuando creyó que todo estaba bien entre nosotros se fue.
Se fue como siempre, y me dejó pensando si la exagerada era yo, si la que estaba queriendo de más era yo. Me dejó como siempre con más dudas que certezas.
Hoy casi un año después puedo ver el nivel de manipulación que ejercía sobre mí, la violencia y la indiferencia que en alguien con codependencia y ansiedad como yo modificaba y alteraba todos los esquemas. El miedo a que me deje era mucho más grande que mí amor propio. Hoy puedo decir que mí amor propio es tal que no tengo miedo que nadie me deje.
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