Gracias, perdón y adiós.
Gracias por hacerme entender que mi vida no era vida, que guardaba mucho rencor adentro y que es mejor sentir, llorar y por sobre todas las cosas saber que merezco personas mejores en mi vida, que es mejor estar sola y que no todos los abandonos son malos, a veces te hacen renacer.
Te perdono por dejarme, por abusar de mi física y mentalmente muchas veces, por hacerme poner celosa y sacar mi lado más oscuro, por llevarme al punto de querer demostrarte que no podía vivir sin vos, por colgarme el teléfono un millón de veces, por dejarme sola, por hacerme sentir loca, obsesiva, poca cosa, por no valorarme nunca y por abandonarme.
Te pido perdón por no dejarte antes, cuando sabía que lo nuestro no iba a funcionar, por ser tan celosa y por hacerte creer que no estaba tan rota como parecía, que estaba lista para tener una relación como vos querías, por no ser lo suficientemente fuerte para decirte que yo buscaba amor, por conformarme con menos sabiendo que quería y merecía más.
Y hoy te digo chau, adiós (dejo en las manos de Dios tu persona, tus defectos, tu manera rota de amar), te suelto porque no puedo seguir cargando sobre mis hombros el peso de los meses que estuvimos juntos, los meses que me rompiste un poco más, porque no puedo seguir pensando como las cosas hubiesen sido distintas, porque me merezco otro capítulo, porque estoy lista para amar como yo sé, no como vos querías que lo haga, con restricciones. Porque soy una persona que ama con todas sus fuerzas y me hiciste creer que eso estaba mal, que es mejor amar a medias. Te suelto porque sos una carga que no merezco llevar encima. Te quise mucho, pero va a quedar atrás.
Te perdono por dejarme, por abusar de mi física y mentalmente muchas veces, por hacerme poner celosa y sacar mi lado más oscuro, por llevarme al punto de querer demostrarte que no podía vivir sin vos, por colgarme el teléfono un millón de veces, por dejarme sola, por hacerme sentir loca, obsesiva, poca cosa, por no valorarme nunca y por abandonarme.
Te pido perdón por no dejarte antes, cuando sabía que lo nuestro no iba a funcionar, por ser tan celosa y por hacerte creer que no estaba tan rota como parecía, que estaba lista para tener una relación como vos querías, por no ser lo suficientemente fuerte para decirte que yo buscaba amor, por conformarme con menos sabiendo que quería y merecía más.
Y hoy te digo chau, adiós (dejo en las manos de Dios tu persona, tus defectos, tu manera rota de amar), te suelto porque no puedo seguir cargando sobre mis hombros el peso de los meses que estuvimos juntos, los meses que me rompiste un poco más, porque no puedo seguir pensando como las cosas hubiesen sido distintas, porque me merezco otro capítulo, porque estoy lista para amar como yo sé, no como vos querías que lo haga, con restricciones. Porque soy una persona que ama con todas sus fuerzas y me hiciste creer que eso estaba mal, que es mejor amar a medias. Te suelto porque sos una carga que no merezco llevar encima. Te quise mucho, pero va a quedar atrás.
Comentarios
Publicar un comentario