Seguir adelante
Este año viene siendo patada tras patada, pero no me animo a decir que fue un año malo, sino que cada patada me afianzo tanto que hoy soy una mujer, no tiene que ver con la edad, sino cuando vos estás lista para afrontar la vida. Tuve perdidas pero pude llorarlas, pude dar fin a cada etapa. Hoy estoy menos rota que antes, y no use cinta para tapar cada herida sino que me permití tirar alcohol a la herida, sentirla y que vaya sanando de a poco, no a las apuradas, sino a mí tiempo, al tiempo que necesite para levantarme. No me arrepiento de nada, ame, sentí, llore con todas mis fuerzas y eso me hace persona, no un simple individuo.